Avi Loeb, presidente del Departamento de Astronomía de Harvard afirma haber encontrado un objeto extraterrestre y en su próximo libro a publicarse el 26 de enero expone un caso de lo que recientemente entró a nuestro sistema solar, una pieza de tecnología alienígena.

Foto: marca.com
El objeto mencionado fue descubierto en un observatorio de Hawai, el cual cuenta con un telescopio panorámico y sistema de respuesta rápida, y fue nombrado «Oumuamua» (oh moo ah moo ah), lo cual significa algo así como «explorador» en hawaiano («scout» en inglés).
«Explorador» interceptó el plano orbital de nuestro sistema solar el 6 de septiembre de 2017, proveniente de Vega, una estrella a 25 años luz de distancia. El autor detalla en su libro que dicho objeto se acercó mas al sol tres días después y para finales de ese septiembre estalló a unas 58,900 millas por hora más allá de la distancia orbital de Venus. Para el 7 de octubre de ese año, el objeto pasó por encima de nuestro planeta Tierra para así alejarse hacia la constelación de Pegaso.
El «scout» en cuestión fue el primer objeto interestelar detectado dentro de nuestro sistema solar, con una medida relativamente pequeña, alrededor de 100 yardas. A juzgar por su trayectoria, los astrónomos concluyeron que se encontraba viajando, es decir, su movimiento era controlado y no limitado por la gravedad del sol.
Desafortunadamente no se pudieron capturar fotos de buena nitidez, sin embargo estuvieron 11 días recolectando más información, lo cual llevó a Loeb a concluir que el objeto contaba con propiedades inusuales, como por ejemplo su brillo, era diez veces más reflectante que los asteroides comunes o incluso que los cometas de nuestro sistema solar, lo que pudiera indicar ser tecnología de otra civilización.
Lo que llevó al científico Loeb a determinar que en efecto se trataba de un objeto extraterrestre fue la forma en que se movía, «el exceso de empuje lejos del sol». En física se pueden hacer cálculos de cómo se movería un objeto en el espacio, los movimientos de «Scout» no resultaron los mismos que se habían calculado y esto fue determinante, ya que esa fuerza de empuje con la que contaba no era la misma a la de un cometa, por ejemplo, el cual expulsa gases y forman la famosa cola del cometa, la cual no fue encontrada en este objeto por los científicos.

Foto: bostonglobe.com
La conclusión a la que llegó Loeb fue que este objeto se tratara de «basura espacial» proveniente de alguna civilización alienígena, y en caso de que esto se aceptara por la ciencia, desencadenaría una búsqueda seria de más basura en el espacio, como por ejemplo, escombros que se hallan estrellado en la luna u otros planetas hace millones de años. Si en un futuro se encontrara más de esta «basura» se redefiniría el lugar de la humanidad en el universo. ¿Interesante, no?

Foto: xataka.com
Foto portada: india-aware.com